Cuando se acerca el verano, muchas personas sienten una mezcla de ilusión y presión: ilusión por los planes, las vacaciones y el buen tiempo, y presión por «verse bien» o «perder esos kilos de más». Esta presión puede afectar profundamente la relación con la comida, llevándonos a tomar decisiones impulsivas como hacer dietas restrictivas o eliminar alimentos que antes disfrutábamos. Por ello es esencial conocer qué es la nutrición consciente y cómo te puede ayudar.
¿Qué es una mala relación con la comida?
Una mala relación con la comida no siempre se ve como un trastorno. A veces, se manifiesta en pensamientos como:
- «Hoy he comido fatal, mañana solo cenaré fruta.»
- «No puedo parar de comer cuando estoy nerviosa.»
- «Ya que me he pasado, sigo comiendo y empiezo el lunes.»
Estos pensamientos y patrones son comunes y se agravan en épocas como la previa al verano, cuando se intensifica el deseo de controlar el cuerpo a toda costa.
Hambre emocional: cuando la comida calma pero no nutre
La ansiedad por comer o el hambre emocional son respuestas frecuentes ante el estrés, la culpa o la insatisfacción corporal. Comer no solo cubre una necesidad física, también puede actuar como vía de escape ante emociones incómodas. Pero cuando esta estrategia se vuelve habitual, puede empeorar el malestar.
La alternativa: nutrición consciente y sin culpa
En mi consulta de nutrición en Vitoria-Gasteiz, trabajo con personas que desean mejorar su alimentación sin caer en la culpa ni en la restricción. El enfoque que propongo se basa en la nutrición consciente:
- Escuchar las señales de hambre y saciedad.
- Disfrutar de todos los alimentos sin etiquetarlos como «buenos» o «malos».
- Comer con presencia, sin distracciones.
- Entender qué emoción está detrás del impulso de comer.
La buena noticia es que se puede mejorar la relación con la comida sin hacer dieta. Solo necesitas información fiable, acompañamiento profesional y herramientas para tomar decisiones más conectadas contigo.
Este verano, prioriza tu bienestar
Aprovecha el buen tiempo para poner en práctica pequeños cambios que te ayuden a sentirte mejor: hacer comidas al aire libre con calma, reconectar con la sensación de hambre real, practicar el autocuidado sin exigencias. No necesitas transformarte para encajar. Lo que necesitas es aprender a cuidarte con amabilidad. Alimentarte con conciencia no solo mejora tu salud, sino que reduce la ansiedad, mejora tu energía y fortalece tu autoestima.
Consulta de nutrición en Vitoria-Gasteiz. Especializada en educación alimentaria, hambre emocional y nutrición consciente.
Preguntas frecuentes
¿Qué hago si siempre acabo comiendo por ansiedad?
Identificar el desencadenante es el primer paso. Luego, trabajamos juntos para encontrar otras formas de gestionar esa emoción sin recurrir a la comida.
¿Puedo mejorar mi relación con la comida sin hacer dieta?
Sí. De hecho, dejar las dietas suele ser el primer paso para sanar esa relación.
¿Cómo sé si necesito ayuda profesional?
Si la comida te genera malestar, culpa o está presente constantemente en tus pensamientos, es una buena idea pedir ayuda.
¿Te gustaría empezar a probar este enfoque de alimentación consciente? Aprovecha esta época del año para reconectar contigo y con tu bienestar. Escríbeme y hablamos.